Hasta el 16 de abril abrimos la convocatoria de nuestros tres premios a la Investigación Biomédica, Ciencias y Economía, con motivo de abrir el plazo hemos hablado con el Dr. Óscar Marín, presidente del Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Biomédica 2019, y actualmente profesor de Neurociencia, director del Centro de Enfermedades del Neurodesarrollo del MRC en el King’s College London.

En esta XIV edición del Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Biomédica será el presidente del Jurado, ¿cómo asume esta nueva responsabilidad? La asumo con felicidad, formar parte de este jurado es un premio en sí mismo. El Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Biomédica es el premio más importante que un investigador joven puede obtener en España, y es un privilegio coordinar el jurado que lo otorga.

Durante estos años como miembro del jurado, ¿podría compartir algunos de los aspectos que más valoran en la trayectoria de los investigadores a la hora de escoger el ganador? Los premiados tienen perfiles muy diferentes, pero si tuviera que destacar un denominador común sería la naturaleza trasformativa de su investigación. Todos los premiados han cambiado nuestra forma de entender un problema biológico con importantes implicaciones médicas, es decir, nos han permitido ver estos problemas desde una perspectiva nueva y original.

¿Qué suponen estos premios como este para el mundo científico, especialmente, en el reconocimiento de las trayectorias de los investigadores? Este premio es un reconocimiento del máximo nivel a la trayectoria de investigadores que llevan relativamente poco tiempo dirigiendo su propio grupo de investigación. Es sin duda un estímulo muy importante para los investigadores y sus equipos, a la vez que permite que su trabajo sea mejor conocido por toda la sociedad.

Actualmente, ¿cómo definiría el estado de la investigación biomédica en España? ¿Cuáles son las grandes necesidades y obstáculos con las que se encuentran nuestros científicos? España tiene investigadores de primer nivel en biomedicina. Quizás lo más sorprendente es lo mucho que hemos conseguido con lo comparativamente poco que se ha invertido en términos económicos. Así que sin duda una inversión sostenida en el tiempo permitiría desarrollar más y mejor nuestras capacidades en investigación. Pero en mi opinión los obstáculos mas importantes no son económicos, sino de gestión. La organización de los organismos de investigación y las universidades de nuestro país no está a la altura de la de los países más avanzados del mundo. Los cambios necesarios no requieren necesariamente grandes inversiones, sino coraje político.

Y por la parte positiva, ¿qué es lo que más destacaría de las investigaciones que se están llevando a cabo por científicos españoles? Sobresalimos en muchos campos, pero si tuviera que destacar algo de forma global es nuestra capacidad para formar talento. A los jóvenes investigadores que se forman en los laboratorios españoles se los rifan en cualquier lugar del mundo.

Como miembro del jurado del Premio, ¿qué es lo que más le sorprende cuando reciben y comprueban las trayectorias de los candidatos? Año tras año la revisión de las nominaciones confirma que el talento es universal, que no sabe de fronteras. Pero también que es más fácil despuntar cuando uno puede trabajar y aprender en un entorno favorable. En eso deberíamos poner todo nuestro empeño, en construir entornos favorables a la investigación de excelencia para no desaprovechar las nuevas generaciones de investigadores, presentes y futuras.