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Conocemos a Xiang Soto, ganadora del VII Premio de Diseño ANFACO

 

“En esta etapa en la que estoy terminando la universidad y comenzando a experimentar el mundo profesional, este premio representa un impulso importante para mí autoestima y confianza en lo que hago.”

La diseñadora Xiang Soto (Madrid, 2003), que acaba de finalizar sus estudios en Diseño Multimedia y Gráfico en UDIT, ha sido la ganadora del VII Premio de Diseño ANFACO, un certamen que cuenta con nuestro apoyo y que se ha consolidado como una plataforma de referencia para el talento emergente en el diseño gráfico.

Este año el premio ha alcanzado cifras récord con más de 300 participantes de 67 escuelas de diseño. El proyecto ganador, titulado “A contracorriente”, ha sido valorado por el jurado por su “visión singular y distintiva del universo de las conservas de pescados y mariscos, lograda mediante una exquisita combinación de ilustración, tipografía y una cuidada gama cromática.”

Este diseño protagonizará el estuchado de las latas que se emplearán en la campaña de promoción del consumo de conservas de pescado y marisco Cata la lata, durante el próximo año. Consulta las propuestas finalistas en este catálogo digital.

 

Hablamos con la ganadora del concurso, Xiang Soto Reznak

 

Xiang Soto Reznak, de 22 años, completó un intercambio académico en Seúl (Corea del Sur) durante sus estudios en UDIT y ha realizado prácticas en la consultora de diseño estratégico Mormedi. Sus proyectos se caracterizan por un enfoque conceptual, limpio y versátil, con especial interés por el diseño editorial, la ilustración, el packaging y la creación de contenidos en 3D. Apasionada por la comida, la música, los libros y las series asiáticas, encuentra gran inspiración en la estética coreana y japonesa.

¿Qué ha significado para ti ganar el Premio de Diseño ANFACO?

Ganar el Premio de Diseño Anfaco ha sido, en primer lugar, un gran honor. En el ámbito personal, supone una enorme alegría ver cómo la propuesta ha sido reconocida. En esta etapa en la que estoy terminando la universidad y comenzando a experimentar el mundo profesional, también representa un impulso importante para mi autoestima y confianza en lo que hago.

¿Puedes contarnos un poco sobre tu diseño ganador y qué te inspiró a crearlo?

Mi diseño representa cada variedad de conserva de forma conceptual y abstracta. En lugar de proponer una ilustración grande que se perciba desde lejos, ofrece la posibilidad de que el consumidor se detenga en los detalles y en lo pequeño. La propuesta genera un espacio más reflexivo, que trata de sorprender desde la sutileza y lo inesperado. Por ejemplo, ver en la aleta dorsal de un atún la forma de una ola. Es una manera de mirar que transforma lo cotidiano en algo poético, y que invita a mirar dos veces.

El diseño se inspira en mi Trabajo Final de Grado, donde presento un libro ilustrado con viñetas que abordan la adopción y las preguntas más íntimas a través de un enfoque conceptual. Con esa misma intención de transmitir un mensaje que se aleja de lo convencional y que invita a la introspección del lector, nace la colección A contracorriente.

¿Cómo fue tu proceso desde la idea inicial hasta el resultado final?

Desde el primer momento tenía claro que quería desarrollar los diseños de forma conceptual, cuidada y centrada en el detalle. Sin embargo, lo más complejo del proceso fue la propia fase de ideación. Tras investigar diferentes referencias, comencé a hacer bocetos en una hoja en blanco hasta dar con propuestas que realmente me convencieran. A partir de ahí, pasé a maquetar la plantilla de la lata y a realizar las ilustraciones en Procreate.

En cuanto a la paleta de color, busqué una gama cromática que evocara el entorno marino. Durante el proceso, tuve la suerte de contar con el consejo de mis padres y de mi profesor de la universidad, quienes también me ayudaron a tomar decisiones en los últimos retoques.

¿Hay algún diseñador o artista que haya influido especialmente en tu carrera o en este proyecto?

Tomo como referentes a artistas de renombre como Pablo Amargo, El Roto, Liana Finck y Magoz, pero quien realmente me inspiró a desarrollar este tipo de ilustración durante mi carrera y, por tanto, en este proyecto, fue 72 kilos, un dibujante bilbaíno que ofreció hace unos años una conferencia en mi universidad. Sin centrarse en aspectos técnicos, se dedica a transmitir mensajes positivos, con una especial atención a la paleta de colores.

¿Cómo te imaginas tu futuro profesional en el ámbito del diseño? ¿Qué te gustaría lograr?

Siendo sincera, aún estoy un poco perdida. No tengo del todo claro cómo será mi futuro en esta industria, pero sí sé que me gustaría seguir aprendiendo y creciendo como diseñadora. Me gustaría poder aportar mi granito de arena para que el diseño siga siendo una herramienta que refleje valores como la autenticidad, la sensibilidad y el pensamiento crítico en un mundo cada vez más acelerado y visualmente saturado.

¿Qué consejo le darías a otros jóvenes diseñadores que están empezando?

A mí siempre me ha costado encontrar inspiración o sentirme creativa, pero al final he podido comprobar que incluso la idea más inesperada puede acabar funcionando. Les diría que confíen en ellos mismos.